90 años en el poder

Por Redacción
El caso de Hidalgo es un ejemplo claro de la norma de lucha por el poder que se encuentra en las agrupaciones políticas en su interior. Continúa siendo un estado priista, que vota mayoritariamente por los candidatos de este partido.

El próximo año se elegirá al nuevo gobernador de Hidalgo, estado considerado hasta hace poco como "bastión del PRI". Pero, el Revolucionario Institucional ha dejado de ser la fuerza política aplastante, porque los tricolores no encontraron un liderazgo que los representara. Son los mismos priistas, los que se aceptan descaradamente como defensores de la corrupción. Sus actos así lo demuestran.
El robo de tierras a los ejidatarios.
En 1994, cuando el gobernador Jesús Murillo Karam, firmó un acuerdo ambiental para cerrar el flujo de aguas negras que utilizaban los ejidatarios en el riego de tierras en el sur de Pachuca, según la argumentación "contaminaban el ambiente". Cuando los ejidatarios protestaron y se rehusaron a vender, funcionarios del gobierno de Murillo decidieron cortarles el uso de aguas residuales; el pánico entre los ejidatarios ocasionó la venta masiva de terrenos. Beneficiándose de la situación, la familia Murillo Karam crea la compañía Hivaco, aprovecharon la oportunidad para obtener contratos millonarios con lotes a precios bajos y finalmente, el "Proyecto Venta Prieta" fue aceptado por Murillo Karam.

Además, le donó terrenos al Grupo Pachuca, construyendo un hotel de lujo y un centro de convenciones. Estos dos proyectos, junto con un centro comercial ubicado en "zona planteada", incrementó los precios de terrenos en la zona. Por si fuera poco, las ganancias son netas para los dueños de estos proyectos porque se negaron a pagar impuestos prediales, bajo el argumento de un convenio firmado por Murillo Karam, que los exentaba del pago. Hoy el complejo "Zona Plateada" ostenta los desarrollos habitacionales con "mayor plusvalía" en la entidad y estos están en manos de exfuncionarios priistas.
Los grandes proyectos en bienes y raíces.

Manuel Ángel Núñez Soto, durante su última etapa como mandatario, presentó el proyecto "Aerópolis", a desarrollarse en Tizayuca, y que, estimó entonces atraer a 250 empresas y generar 300 mil empleos. Incluso presumió la instalación del primer tecnópolo de América Latina. Además, benefició al Grupo Pachuca, regalándole más de 20 mil metros en la llamada "zona platea", el cual fue un predio donado por los ejidatarios de Venta Prieta, cuyo fin era construir un parque, sin embargo, se edificó oficinas de gobierno y del club de fútbol; además, cuando fue director de Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), con 17 mil millones de pesos en la bolsa, sin una aclaración de la procedencia de ese capital; destinó recursos a la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco (NAIM). Se dice que, Núñez Soto está al frente de un grupo de políticos y empresarios que han desarrollado más de 10 mil viviendas valiéndose de diversas irregularidades.
Gestión del Grupo Hidalgo
Por otro lado, durante su gestión como gobernador Miguel Ángel Osorio Chong, se le vínculo con el narcotráfico, el secuestro y la extorsión en la entidad, sus integrantes también incursionaron en el robo de hidrocarburos. También fue quien decidió la candidatura de Francisco Olvera Ruiz en 2011, para su sucesor como gobernador de Hidalgo de 2011 a 2016 y a través del Grupo Hidalgo, Osorio Chong instalado en la Secretaría de Gobernación de diciembre de 2012 a enero de 2018, tuvo influencia en el PRI hidalguense desde que dejó su puesto como gobernador en 2011.

No se puede olvidar la lealtad que Nuvia Mayorga le ha tenido a Osorio Chong, quien desde que fue gobernador, ella ha sido la encargada de gestionar pagos y administración de los terrenos agrícolas donde se suponía se instalaría la refinería que Enrique Peña Nieto prometió. Cuando Chong deja la gubernatura, Nuvia Mayorga se suma a la campaña presidencial del PRI y estando al frente del Consejo Nacional del PRI, fue la encargada de la gestión de ingresos y gasto de elección de 2021 y ahora son investigados por su responsabilidad en el manejo del presupuesto del PRI y sobornos en la refinería de Hidalgo.
Los "pellizcos" durante su administración

Francisco Olvera como gobernador desvió 2.7 mil millones de pesos de todos los programas federales. El secreto estaba en hacer parecer que los recursos públicos si se entregaban a la población, pero en realidad esos miles de millones de pesos tenían otro destino: campañas federales y estatales, y para los bolsillos de su pequeño grupo de colaboradores más cercanos; además, utilizó recursos que no solo le permitieron incrementar su patrimonio, sino para financiar operaciones políticas. Sus "pellizcos" iniciaron desde su posición en el área jurídica del gobierno, después como subsecretario de Finanzas y Administración de la Secretaría de Educación Pública del estado, pero cuando fue gobernador se aprovechó para aumentar sus recursos, desviando en cinco años 2 mil 700 millones de pesos de una sola secretaría.
El PRI en la actualidad
Buscando perpetuar la corrupción en el estado, el Revolucionario Institucional iniciará la búsqueda de perfiles que le ayuden a mantenerse en el poder, sin importar la búsqueda de partidos alternos. Una de sus posibles cartas es el ahora presidente municipal de Mineral de la Reforma, Israel Félix Soto, quien fue titular de la Secretaría de Políticas Públicas. Al frente de la secretaría brillo por su ausencia, utilizando su posición para llegar a posiciones que le ayuden a mantenerse en el poder. Además, esta utilizando su fundación "Tu y Yo Creciendo Juntos" para su campaña política para aspirar a la gubernatura de la entidad; sin embargo, hasta la fecha la fundación no ha informado la procedencia de sus recursos financieros.

¿Acaso los recursos provienen de los carteles que manejan los Félix? Al interior de las esferas priistas y de la política, los Félix se les ha vinculado con encargados de lavar el dinero proveniente de narcomenudeo, bares clandestinos y otros con prestanombres, trata de personas, prostitución, entre otros, la mayoría de ellos en Mineral de la Reforma y Tulancingo. A quien traiciona se le tiene que llamar por lo que es, un "traicionero", e Israel Félix Soto no tan solo traiciona a su partido, también traiciona al Gobernador, quién lo ayudo a iniciar su carrera en la política.
Otro perfil que busca mantener el cambio de color en el estado es Carolina Viggiano, utilizando la secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del partido; además, es otro político que utiliza "fundaciones" como trampolín para ganar adeptos e iniciar su campaña política y ser quien abandere la candidatura para la gubernatura del tricolor.

El PRI es sinónimo de corrupción.
En resumen, todos estos mecanismos de corrupción que se hereda de administración en administración, y que funcionan a partir de una red de funcionarios al interior de las secretarías, se consumen mediante operaciones que prácticamente no dejan huella por la forma en que se registran de manera contable y los retiros que se realizan en efectivo.
A 90 años de su gestión en Hidalgo, la corrupción se ha mantenido solida y firme; quienes ocupan los cargos públicos no son lo mas capaces y los más comprendidos con la pluralidad de intereses. Los hidalguenses tienen la experiencia del saqueo que llevaron a cabo los exgobernadores corruptos emanados por el Revolucionario Institucional.
El PRI en el gobierno de Hidalgo empieza a desmoronarse y ha ido perdiendo militancia de manera sustancial. Mientras los funcionarios se hicieron por 90 años de grandes extensiones de tierras y realizando negocios, siendo el preferido, el de bienes y raíces, a los hidalguenses, por el contrario, solo absorben el aumento de deudas, problemas de pobreza, sin tener "tierra de trabajo", ni "beneficios, soluciones, ni mucho menos resultados" y dejando un "Hidalgo sin futuro".
Pronto el desencanto y la desilusión llegaron, en donde las expectativas de los hidalguenses ahora se concentran en la alternancia. Finalmente, se debe señalar que el problema de la corrupción tiene antídoto y no esta dentro del PRI, debido a su falta de capacidad para el combate contra la corrupción. El antídoto está en recuperar y transformar a Hidalgo volteando a ver más allá del mismo partido de siempre.