La desgracia en Tula fue una decisión política

Por Redacción
Debido a los niveles de agua tras las lluvias registradas en el Valle de México, provocaron el desbordamiento del río Tula, generando el desastre más grave de los últimos 40 años en la región: afectando a más de 31,000 viviendas y 17 personas fallecidas. No fue un "fenómeno causado por la naturaleza", como señalan las autoridades, ni un hecho aislado: fue un efecto predecible derivado de un manejo político.
Lo que hizo que el Río Tula se desbordara no fue el desfogue combinado de la Presa Danxhó y la Presa Requena, ya que el río tiene la capacidad de conducir 250 metros cúbicos por segundo. Lo que ocasionó que el río se desbordara fue el torrente adicional, de al menos 220 metros cúbicos, de aguas negras y pluviales provenientes del Valle de México que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) mandó al Valle del Mezquital.
¿Cómo llega el agua del Valle de México al Valle del Mezquital?
El Valle de Mezquital y el Valle de México, originalmente cuencas separadas, ahora forman parte de un mismo sistema hidráulico que está interconectado artificialmente por cinco conductos enormes, de los cuales los principales son el Túnel Emisor Central y el Túnel Emisor Oriente (TEO).

Desde 2017, miembros del Grupo Hidalguenses de Protección al Ambiente advirtieron que la entrada en operación del Túnel Emisor Oriente (TEO), representaría un riesgo por inundaciones para la zona y explicaron a las autoridades de los tres niveles que no había acciones concretas para aminorar el impacto.
El proyecto inició como un "proyecto de emergencia en 2008", cuando hubo inundaciones en el Estado de México, contemplando un gran túnel de 62 kilómetros, iniciando en el Río de los Remedios, y que desembocará en el municipio de Atotonilco de Tula en Hidalgo.
Se contemplaba que el costo de la obra sería de 12 mil millones de pesos, y que estaría lista en 2021. Sin embargo, se alargó por espacio de 11 años y tuvo un costo de 33 mil 800 millones de pesos.
Asimismo, los ambientalistas enfatizaron que el río Tula no podría recibir más agua por medio del caudal, pues eso pondría en riesgo al municipio y a sus habitantes. Por lo anterior, exigieron en ese entonces al presidente municipal Ismael Gadoth Tapia, suspender los trabajos en funcionamiento del TEO e impedir el revestimiento del río Tula, además de la ampliación que contemplaba la tala de miles de árboles.
Por su parte, el edil municipal Gadoth Tapia en 2019 tuvo diversas reuniones con CONAGUA, la Comisión Estatal de Agua y Alcantarillado (CEAA), Secretaría de Medio Ambiente Federal y Estatal, advirtiendo de los riesgos de inundaciones y del daño ambiental, si entraba en operación el Túnel Emisor del Oriente, en cambio todos hicieron caso omiso y continuaron con el proyecto.
Ahora el manejo político por parte de las autoridades federales y locales han insistido en que las inundaciones fueron causadas por las "fuertes lluvias" y la prensa se encontraba llena en semanas anteriores.
Sin embargo, esto es un dato engañoso, los efectos de las inundaciones fueron productos de las negligencias de Blanca Jiménez, exdirectora de Conagua, quien preveía ampliar al doble el cauce del río y revestirlo con concreto; Víctor Toledo y Josefa González Blanco, ex secretarios de Semarnat a nivel federal, a quienes se le pidió declarar la zona de restauración ambiental en la región del Mezquital; sin embargo, los dos abandonaron el cargo, dejando el proyecto sin avances.
Leonardo Pérez Calva, director de la Comisión Estatal de Agua y Alcantarillado, quien omite su responsabilidad, dejando al gobierno municipal con los severos daños a la infraestructura del sistema de agua potable ocasionado por el desbordamiento del río Tula; Benjamin Rico, ex secretario de Semarnat a nivel estatal, quien autorizo a Conagua derribar 12 ml árboles para el revestimiento del cauce del río Tula; José Meneses Arrieta, secretario de Obras Públicas en el Estado, quien no previó las obras hidráulicas para una gran infraestructura y ahora se requiere una inversión de mil 500 millones de pesos, y Abraham Mendoza, delegado del gobierno federal de los Programas de Bienestar en Hidalgo, quien sus decisiones al frente de los Programas para el Desarrollo han sido poco transparentes, utilizando el acercamiento a la sociedad como exposición mediática para abanderar a Morena para la gubernatura de Hidalgo.
Cabe destacar que, Hidalgo cumple una misión fundamental: dotar de agua potable al Valle de México, al ser extraída de los mantos acuíferos del Valle de Mezquital y el pago es regresar al estado aguas residuales.
En pocas palabras, la forma de evitar estas inundaciones no es, como afirma CONAGUA, ampliar el cauce del Río Tula por medio de la tala de miles de árboles en una zona altamente contaminada. La solución es una idea que ambientalistas y habitantes del Valle del Mezquital han defendido, pero siempre ha sido ignorada: conservar las áreas verdes existentes, que se disminuya la velocidad de los escurrimientos y mejorar el aprovechamiento de las aguas que comparten estos valles conectados.